El otro día paseando por la calle pasé por delante de una pastelería y me fijé en unas pastas de té, era una bandeja de pastas surtida, las había recubiertas de chocolate, con mermelada, con fruta escarchada, habría 6 o 7 tipos de pastas, la verdad que las que mejor pinta tenían eran las de chocolate, así que entré y le pedí a la dependienta que me pusiese una docena de pastas de chocolate y la dependiente me dijo: "LAS PASTAS SOLO SE SIRVEN SURTIDAS, NO TE PUEDO VENDER SOLO LAS DE CHOCOLATE", la verdad es que no quería pagar 12 pastas para comer solo 2 de chocolate que eran las que quería, para que quiero yo las de fruta escarchada si no me gustan, así que le comente a la dependienta que no me pusiese nada y me marché.
La respuesta de la dependienta me hizo reflexionar, ya que el tono con el que me lo dijo era un tono como que estaba cansada de decir lo mismo a todos los clientes, las reflexiones que se pueden extraer de esta anécdota son varias, voy a comentar algunas:
- Si la confitería hace bien y vende bien las pastas de chocolate, ¿por qué no se dedica solo a las pastas de chocolate?, el resto de pastas las impone porque sabe que no gustan (parece la época en la que comprabas un disco de musica de 12 canciones y solo 2 eran decentes, itunes cambió eso, pagar solo por lo que quieres comprar)
- ¿Por qué la dependienta no escucha los gustos de los clientes?, esto le puede aportar una ventaja competitiva, puede fabricar menos productos de mejor calidad y que venderá mejor, seguro que reduce las pastas que tira a la basura por no venderlas.
- Con clientes satisfechos aumentarán sus posibilidades de vender más, ya que si yo hubiera comprado las pastas de chocolate y me hubieran gustado, lo comentaría con mis amigos y alguno iría a comprarlas.
Estas reflexiones se pueden aplicar a la gestión de proyectos, cuando somos jefe de un proyecto, debemos estar atentos a las necesidades que tiene nuestro cliente ya que esto nos da una información fundamental para ofrecerles nuevos servicios y/o productos que le encajen, ¿no os ha pasado que de un proyecto surge otro para el mismo cliente?, aprovechemos la ventaja competitiva que nos ofrece escuchar a los clientes, no hagamos como la pastelería.