Cuando gestionamos un proyecto innovador, rompedor, utilizando tecnología reciente y poco madura, tenemos que prestar especial atención a los riesgos, sobre todo a los que tengan que ver con falta de conocimiento o "gaps" de conocimiento.
Si la tecnología que vamos a utilizar es tan reciente será difícil encontrar conocimiento y expertos en la materia, por lo que probablemente tengamos que preveer tareas de formación e investigación sobre esa tecnología, estas tareas las podemos ver como riesgo (positivo y/o negativo). Si lo vemos como riesgo negativo, tendremos que valorar el esfuerzo a realiar para solventarlo, tiempo en investigación, desarrollo, formación, lo que nos supone un coste.
Si por el contrario lo vemos como riesgo postivo, estamos ante una oportunidad, formarnos en una tecnología novedosa, ser pioneros, liderar un posible mercado etc...
Antes de afrontar un proyecto innovador debemos valorar los riesgos que supone y hacer un balance los mismos, ¿nos compensa asumir ese riesgo? o por el contrario renunciamos al proyecto y a una posibilidad de posicionarnos o liderar un área o sector, a veces la respuesta la tenemos en el plan estratégico de la organización, si el proyecto cae en una línea del plan estratégico y el riesgo es controlable no hay más pregunta que hacerse.
Los proyectos innovadores suponen un desafío y como Project Managers no debemos temerlos pero si gestionarlos de la mejor forma posible y anticipándonos al futuro con una buena gestión de riesgos.
Posts relacionados: