En fases iniciales de un proyecto es fácil y con poca influncia en el coste del proyecto poder realizar cambios al proyecto, pero a medida que se avanza en el desarrollo, los cambios que se puedan producir empiezan a tener cada vez más impacto en el coste del proyecto, la siguiente gráfica muestra como a medida que avanza el proyecto, la influencia de los interesados en el proyecto disminuye a medida que aumentan exponencialmente los costes de los cambios.

¿Cómo podemos minimizar los cambios?, la respuesta no es sencilla pero desde el principio del proyecto tenemos que realizar una labor de "educación" a las partes interesadas en que los cambios no son gratuitos y que a partir de un punto cualquier cambio supone un coste muy elevado y se debe valorar si se asume o no.
Los cambios al proyecto en sí no son malos, pero nos exige como Project Managers el valorar en esfuerzo y dinero su impacto y trasmitirlo al sponsor del proyecto si está dispuesto a asumirlo. En la reunión de "kickoff" o de lanzamiento del proyecto no estaría de más recordar la famosa "triple restricción" y la gráfica anterior para crear conciencia de que los cambios no son gratuitos, siempre llevan asociados un impacto en coste, en plazos, en calidad, etc.
Cada vez que nos pidan un cambio, lo primero que tenemos que hacer es realizar un análisis en detalle y elaborar una lista de pros y contras de esta forma facilitaremos la toma de decisión al "ejecutivo del proyecto" que acepta rechaza los cambios.
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